La sobreprotección y la educación en la confianza son dos enfoques de crianza muy diferentes, aunque a veces pueden parecer similares. La principal diferencia entre estos enfoques es que la sobreprotección limita el crecimiento y la autonomía del niño, mientras que la educación en la confianza fomenta su desarrollo y capacidad para tomar decisiones.

La crianza que sobreprotege se caracteriza por padres que tratan de proteger a sus hijos de cualquier situación difícil o desagradable, y que toman decisiones en lugar de dejar que los niños aprendan a tomar sus propias decisiones. Los padres que sobreprotegen pueden ser muy ansiosos y preocupados por el bienestar de sus hijos, lo que puede llevarlos a tomar decisiones que en realidad limitan el desarrollo de la independencia y la autoconfianza de los niños.

Por otro lado, la educación en la confianza se enfoca en ayudar a los niños a desarrollar la capacidad de tomar decisiones, resolver problemas y enfrentar desafíos por sí mismos. Los padres que educan en la confianza brindan apoyo y orientación, pero al mismo tiempo permiten que sus hijos experimenten y aprendan de sus propios errores. Estos padres creen que sus hijos pueden aprender a tomar decisiones, y confían en que sus hijos aprenderán a hacerlo bien si se les da la oportunidad.

En resumen, mientras que la crianza que sobreprotege se enfoca en evitar que los niños enfrenten situaciones difíciles o peligrosas, la educación en la confianza fomenta la independencia y la capacidad para tomar decisiones. La sobreprotección puede limitar el desarrollo y la autonomía de los niños, mientras que la educación en la confianza les permite aprender de sus propias experiencias y desarrollar una mayor autoconfianza y autoestima.